El convenio de este sector en la provincia caducó el 31 de diciembre de 2019 y todavía no se ha renovado. CCOO ha propuesto conformar la mesa el 9 de febrero, y ahora las partes tienen que confirmar su asistencia
Los sueldos de los trabajadores de la hostelería en la provincia de Badajoz llevan congelados tres años. La última subida salarial se aplicó el 1 enero de 2019. El convenio caducó doce meses después y lleva desde entonces pendiente de renovarse.
CSIF intentó formalizar la mesa de negociación el 10 de febrero de 2020, pero la Dirección General de Trabajo de la Junta de Extremadura revocó su solicitud «por carecer de legitimación plena en este sector». El organismo autonómico aludió a una sentencia del Tribunal Supremo que establece que para denunciar el convenio colectivo no es imprescindible contar con la representatividad plena (50%), sino que basta con la inicial, una exigencia «que sí opera cuando se desea poner en marcha el procedimiento».
El responsable del Sector Empresa Privada en CSIF, Máximo Blanco, critica que CCOO y UGT, los que pueden llevar a cabo esa promoción de la negociación, no hayan dado todavía el paso en ese sentido: «Nosotros intentamos mover esto por lo menos para sentarnos, pero, a día de hoy, dos años después, seguimos igual, y es que ni se han preocupado ni nos han llamado, y la patronal evidentemente está cómoda porque mientras más tardemos en negociar, mejor».
Blanco asegura haber instado a los dos sindicatos más representativos a comenzar la negociación, pero tanto la secretaria general de la Federación de Servicios de CCOO, Tina Tarriño, como su homóloga de Acción Sindical en UGT, Teresa Hernández, manifiestan que no les consta ninguna notificación de CSIF, aunque no muestran reticencias a que se unan a la mesa.
La primera asegura que su intención es formalizarla en las próximas semanas, y la segunda añade que la fecha propuesta es el 9 de febrero, pero no será oficial hasta que las distintas partes confirmen su asistencia. Ambas apuntan a la pandemia como la principal causa que ha provocado el retraso en el inicio de la renovación del convenio, aunque Hernández, que advierte que ya no van a esperar más, menciona también conflictos derivados de la segregación de la patronal en dos: la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Extremadura, organización integrada en la Confederación de Organizaciones Empresariales de la provincia de Badajoz (Coeba), y la Confederación de Empresarios de Turismo de Extremadura (Cetex), que fue la que firmó en 2016 el acuerdo que aún continúa en vigor.
Reivindicaciones
Aunque ninguno detalla todavía sus propuestas, los tres sindicatos coinciden en que su principal reivindicación irá en la línea de actualizar los salarios de los trabajadores de la hostelería pacense con respecto al incremento del 6,5% con el que el Índice de Precios de Consumo (IPC) ha cerrado 2021. «Debemos dignificar las condiciones de un sector que está muy precarizado y que, además, ha sido uno de los más afectados por la pandemia, tanto por la inactividad como por las condiciones en las que han tenido que desarrollar su trabajo luego, con una carga excesiva por el tema de la limpieza y la higiene debido al virus», explica Tarriño. «Las pretensiones van a ser altas, otra cosa es que las consigamos», asevera Blanco.
Antonio Martínez, presidente de Setex, dice que habrá que estudiar las proposiciones que se les presenten en el momento en el que todos se sienten a negociar, pero avanza que una subida de salarios podría conllevar un aumento de los precios –los cuales, bajo su punto de vista, son demasiado bajos– y, en caso de reducirse la clientela, despidos. Además, indica que la actividad hostelera todavía no se ha recuperado del todo. Este diario ha tratado de contactar con Cetex para conocer su opinión sobre el asunto, pero no lo ha logrado.
Otra de las cuestiones a abordar será la temporalidad de los contratos a raíz de la reforma laboral que actualiza las condiciones en este sentido. «Faltan todavía cosas por matizar, pero queremos que no se abuse del contrato temporal», adelanta la secretaria de Acción Sindical de UGT.
Buena sintonía
Hernández reconoce que las diferencias surgirán desde el primer día, al igual que ocurre en cualquier otro sector, pero cree que la negociación no se enquistará tanto como en Cáceres, donde los hosteleros llegaron a anunciar una huelga en Nochevieja debido a que la patronal cacereña quería mantener los salarios congelados. «En otros territorios siguen amparándose aún en el covid para seguir retrasando la apertura de la mesa, pero aquí, a pesar de que vamos con dos años de retraso, de momento no se han puesto objeciones a formalizarla», cuenta la representante de CCOO.
Martínez coincide con ellas –«el diálogo social existe y tenemos buena relación»–, y Blanco resalta que «estamos condenados a llegar al acuerdo menos lesivo para las partes»: «¿Para qué estamos si no es para entendernos y mejorar las condiciones de los miles de trabajadores a los que afecta este convenio?».
